No voy contra la forma, sino contra la forma como fin en sí mismo.
He hecho este ataque por lo que he aprendido por mí mismo.
La forma como fin acaba en mero formalismo.Este esfuerzo está dirigido hacia el exterior. Pero sólo lo que vive en el interior tiene un exterior vivo.
Sólo lo que tiene intensidad de vida puede tener intensidad de forma.
Todo "cómo" está basado en un "qué".
Lo informal no es peor que lo sobreformal.
Lo primero no es nada; lo último, sólo apariencia.
La forma real presupone vida real.
Pero no lo que "ha sido" o "pudiera haber sido".
Nuestro criterio es éste:
No queremos juzgar tanto los resultados como el proceso creativo.
Porque es justamente esto lo que revela si la forma deriva de la vida o está inventada para su propio uso.
Por esto el proceso creador es tan esencial.
La vida es lo decisivo para nosotros.
En toda su plenitud y en sus relaciones espirituales y materiales.
Una de las tareas más importantes del Werkbund, ¿no es acaso clarificar, analizar y ordenar nuestra situación material y espiritual, y así tomar la dirección?
¿No debemos dejarlo todo a las fuerzas de creación?
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