A grandes rasgos puedo decir que las obras arquitectónicas de dicho país se caracterizan por la sencillez volumétrica, una reiterada racionalidad y un enorme cuidado y exquisitez de los detalles constructivos, principalmente en las carpinterías. En Suiza no existe ese concepto del desarrollo vinculado al crecimiento económico, en gran parte ligado a la especulación y en su exaltación a la corrupción inmobiliaria, como existe en España o en otros países europeos. Esto repercute en una arquitectura de gran integración en su entorno independientemente de cual sea, del lenguaje y de la estética del arquitecto.
Lo que más me ha hecho reflexionar ha sido el observar la indisolubilidad y coexistencia entre la materialidad de la arquitectura y toda la carga poética del proyecto. En definitiva, que la mayor libertad expresiva en este arte no sólo es en el papel sino también en su construcción. Por otro lado, en mí se ha abierto un camino en la reconciliación de la arquitectura y el tiempo (que he estado buscando sin encontrar ninguna vía hasta ahora). Es palpable sobre todo a partir de la introducción de materiales en las que el paso de los años se hace muy notable como la madera o el cobre (si se proyecta sabiendo que el agua que resbale sobre él "manchará" otro material) y tan típicos tanto de la arquitectura tradicional como de la contemporánea de dicha zona. Buenos ejemplos son el Centro de rehabilitación REHAB en Basilea de Herzog & De Meuron y la rehabilitación de la colección Oskar Reinhart 'Am Römerholz' de Maurice Turretine en Winterthur.
Para terminar diré que este viaje ha cambiado, destruído y creado ideas nuevas acerca de la visión que tenía de las artes, sobre todo en arquitectura y música. Y una vez más me reafirmo que observando y viendo obras artísticas la capacidad de emoción y el espíritu crítico se crean se enriquecen y evolucionan.
1 comentario:
He vuelto a pasarme por este blog. Es muy interesante la información, sobre todo para los que no sabemos de arquitectura. Así aprendemos algo y nos hace interesarnos. ¡Sigue con ello!
Un abrazo. Carlos.
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