domingo, 9 de diciembre de 2007

Ficción

Cuanto más piensas en una cosa, más se presenta ante ti. Inconscientemente, predispones todos los detalles a ese elemento, convirtiéndolo en un foco, aceptando que hacia él convergen multitud de realidades, aunque no es así. Lo aumentas de forma ficticia, transformándolo en algo que no es. En ese momento ya está en el centro, pero es tarde para no creer en ello. En un intento de explorar la realidad, la has desvirtuado.


1 comentario:

zombi dijo...

Todo lo que nos rodea se ve sometido a una serie de parámetros que lo modifican, son innumerables, muchos de ellos aún desconocidos, y que van desde la luz hasta nuestras vivencias pasadas. Así que no te preocupes tanto por la objetividad; no es más que un término inalcanzable.
No desvirtuarás la realidad sólo con mirarla, sino que la dotarás de matices propios.


Disfruta con la experiencia de la exploración.