sábado, 21 de abril de 2007

Una abstracción


Una imagen tan común como la de la foto parece tan real como lo que podemos ver desde una ventana, pero es sólo una abstracción. Al igual que una palabra, una partitura o una planta de una arquitectura.

Lo cierto es que el ser humano necesita de esas abstracciones para domesticar la realidad, sentirse seguro y emocionarse. A través de ellas el hombre aprende pues tratan cuestiones generales y no puntuales. Por ejemplo en cuestión filosófica, la materia es la realidad inexpresable y a partir de ellas realizas una abtracción, por eso depende de la experiencia, no como principio del conocimiento, sino como fuente para teorizar sobre algo. De esta manera surgen ideas tan antagónicas como las de Hume y Kant.

Personalmente me parece que lo más importante no es estudiar la abstracción y lo palpable por separado, sino comprender la unión de ambas. Por ejemplo, reconocer la situación de un fotógrafo en la planta de un edificio sólo viendo la foto, el saber como suena una obra sin tocarla.

Por último, creo que lo necesario en una obra de arte es expresar algo (lo cual no puede ser sin un medio abstracto) donde la abstracción este unida a la realidad, pues de nada sirve hacer una seccion equilibrada cuando las distancias hacen que no tenga ninguna conexión con el sistema cónico, o en un espacio suficiente para que el visitante recuerde su recorrido y sienta la belleza de la composición.

1 comentario:

Diego Fernández Magdaleno dijo...

Adelante con el blog.
Besos,
Diego