La mañana de hoy ha sido para ordenar; ordenar la habitación, intentar dialogar con la compañía telefónica, comprar un nuevo cuaderno, cambiar las flores de mi jarrón y comenzar un nuevo libro.
Me gusta comprar flores, cambiarlas el agua y colocarlas pensando en desde donde van a ser contempladas. La tendera me habló acerca de la especie que la he pedido. Su nombre común es: "La seca": si se ponen en agua se marchitan; si dejas que se sequen, se quedan como están. Al final he decidido colocarlas, como siempre, en su botella de vidrio relleno de agua.
El que se sequen, se marchiten o se pudran es lo mismo. Además, si permanecieran siempre igual, no podría disfrutar de las siguientes. Entonces: ¿tiene algún sentido que yo, en un intento de conseguir algo imposible, las "inmortalice"?